En este universo la búsqueda por descubrir sus misterios es ilimitada. Cuanto más sabemos, más nos damos cuenta de que no sabemos y que nos falta muchísimo por saber. Hay innumerables formas y medios para investigar y adquirir conocimiento. Entre ellos, hay disciplinas de ciencias objetivas, experimentalmente verificables, sobre las cuales el hombre naturalmente quiere saber más y más. ¿Por qué? ¿Cómo? ¿Dónde? ¿Cuándo? sigue preguntándose y preguntando. Es esta curiosidad natural lo que ha llevado al hombre a adquirir tanta información del mundo material y a construir un imponente edificio tecnológico de civilización y cultura.
El ingenio humano, ayudado por la ciencia experimental y el pensamiento, continúa empujando hacia los límites de lo desconocido. Sin embargo, la masa de la humanidad, incluyendo a las élites, sabe muy poco sobre su propio ser real. Casi nunca pensamos en conocer la realidad de nuestra propia existencia. Si permanecemos ignorantes acerca de nuestra propia identidad real, el curso de la vida permanece incierto, temeroso y confuso. Debido a la ignorancia del propio yo real, el hombre es incapaz de pensar o actuar con sabiduría y rectitud. Sólo hay una vía para la verdadera felicidad y paz en la vida y esa es el Conocimiento de Sí mismo.
El presente escrito es un humilde intento de «Exploración del Ser». Las palabras o la lógica no pueden explicar completamente el enigma de «¿Quién soy yo?» La única manera de conocer la verdadera identidad de uno es, explorar los dominios de la conciencia interior. Se ha hecho un esfuerzo en este texto por guiar al buscador a indagar la realidad del Ser a través de disciplinas específicas de meditación y contemplación. Se espera que sea útil para los buscadores genuinos del Espíritu.